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Asociación Aragonesa Madres y Mujeres ArcoIris

Carta para David

Domingo 19 de Abril de 2009

 

Querido hijo: Hoy me dirijo a ti, para decirte lo mucho que te quiero y el mucho amor que te tengo.

 

Estoy contigo como ya sabes. Tu alma junto a la mía siempre juntas, para que me ayudes a seguir mi camino en la tierra que todavía no ha terminado, ni sé cuando llegará a su fin.

 

Me gustaría hijo mío que tu desde tu estrella y yo desde aquí, pudiéramos hacer cosas para ayudar a quien nos necesite. Dios ya nos lo pondrá en el camino para poderle ayudar.

 

David, tu cumpleaños viene pronto, es el 11 de Mayo. Día maravilloso para mí porque te traje al mundo con toda mi ilusión que era muchísima.

 

Empezábamos un camino lleno de felicidad. Fuiste un bebé precioso, solo tenías un defecto, pensabas solo en que te diera de comer.

 

El primer año no nos entendíamos muy bien, tú a llorar y yo a no saber que hacer, aún no tenía ni idea de cómo se educaba a un hijo. Con tus hermanos ya no pasó, la experiencia la adquirí contigo.

 

Tu camino ha sido corto, demasiado corto. Eras bueno y sensible que Dios te llevó con Él.

 

Ya sabes Ángel de mi vida lo que me cuesta no tenerte físicamente, pero te tengo junto a mi corazón. Eso me da la luz que necesito para seguir adelante, que es difícil, pero lo consigo poco a poco.

 

Ayer cariño, como siempre desde que has pasado a la otra dimensión, tu padre y yo fuimos, ya sabes… a llevarte claveles blancos y creo que te alegrarás cuando nos veas junto a ti. Yo me siento bien porque me parece que es tu casa, porque allí están tus cenizas, ¡qué tanto queremos! tanto tu padre como yo.

 

Luego cuando nos vamos, yo ya sé que nos has visto y te has alegrado.

 

Tu alma está muy bien atendida en la otra dimensión con Dios y todos los demás que estáis allí. Tenéis una vida feliz, sin envidias, sin odios ni rencores. Ese Paraíso es el que tú te mereces, porque fuiste un hijo maravilloso y un esposo ejemplar.

 

Mi cariño que Dios te colme de bendiciones para que tú puedas repartirlas como mejor creas.

 

Mi Ángel moreno, con esos ojos verdes que tanto me gustaba mirar y que eran tan transparentes como el agua del mar a lo lejos y cuyas olas al golpear en la orilla, me traen con fuerza recuerdos de tu infancia y juventud. Ese mar con sus transparencias, con sus diferentes colores, amaneceres preciosos y atardeceres de serenidad, eso, eso es lo que tú eres.

                

David tengo mucho que decirte, pero para no agobiarte ya sabes que te lo cuento poco a poco, cuando mis sentimientos me lo dictan.

 Vacaciones en las mejores playas del mundo

Tu madre TERESA

 

 

 

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