De madre a madre

Una madre me contaba
que había perdido a su hijo
y estaba toda rota.
Que estaba muerta por dentro.
Que lloraba a todas horas.
Yo la miré sonriendo,
la abracé para quitarle su pena.
Ni se rompía el alma.
Ni lloré a ninguna hora.
Porque él estaba conmigo,
cuidando de mí persona.
Ana Moraño (la madre de Luis)
0 comentarios