Dejarlos marchar

Cuando un ser querido nos abandona dejándonos en el plano Tierra, él desde el Universo nos apoya y consuela por su pérdida.
Queremos todo lo mejor para él; si así es, dejaremos de sujetarlo con nosotros y dejaremos que avance hacia su destino.
Lo haremos desde nuestro corazón enviándole nuestro amor y nuestras ganas de seguir caminando. Porque aunque no tengamos su cuerpo, si podemos llegar a tener su amor.
Queriendo vivir y recordándolos con alegría, no con tristeza. Porque como los queremos tanto, lo vamos a hacer muy bien. Sin sujetarlos con nosotros para que vuelen hacia sus destinos y una vez que hayan llegado, retornarán a nosotros.
Pero para ello tenemos que dejarlos marchar.
Elena Aurensanz (La madre de Juan)
0 comentarios