EL VALOR DE UN HIJO
Mi querido hijo David, ya han pasado 23 meses de tu partida. El SER SUPREMO que nos marca la vida y la muerte te llamó pronto. Tu camino fue rápido aquí tierra.
Tu alma está en otro plano que es el de la luz, se que estás feliz. Dentro de mi corazón
tengo el presentimiento que allí tienes mucho amor. Tenías muchos proyectos que aquí se quedaron sin realizar, donde estás tendrás otros muchos más importantes.
Tu recuerdo no quiero que se borre nunca mientras yo viva. Haré lo posible para que
cada día se reavive un poco más, eso sí con paz, serenidad y resignación. Contando
con la ayuda de DIOS y la tuya para todos los que te queremos.
Vive tu vida de la forma que lo tengas que hacer en ese otro plano de la luz, al cual
vamos todos unos antes y otros después, tu nos esperas allí hasta que lleguemos. A
mi me gustaría ser la primera que me recibieras con esos abrazos que solo eran tuyos
y míos, pero DIOS dispone cuando mi tiempo termina aquí.
Quiero felicitarte por tu treinta y ocho cumpleaños en nombre de todos los queremos
más que antes , pues fue el once de Mayo. Habrás celebrado una gran fiesta con todas
las almas que están contigo pues ahora son tu familia espiritual.
Tu madre que mucho te quiere. Teresa.
0 comentarios