Cartas a mi madre
Por Julia Gómez Lasheras
Dedicadas a su madre Julia Lasheras Berbegal
Segunda Carta
Tu presencia etérea
se hace cercana y distante,
si bien, tu ausencia
dejó un vacío en el corazón,
en los recovecos de la memoria
al avocar tu memoria,
las lágrimas fluyen cautivas de su propio dolor.
Perdona mi egoísmo,
de no haber sido capaz de manifestarte mi amor por ti,
ni de ser capaz
de decirte
lo mucho que significabas para mí.
En este presente,
tan solo me queda el recuerdo,
los valores que me transmitiste,
tu presencia,
me da fuerza necesaria para siguir luchando
y siempre está allí,
recordándome que el amor es la esencia de la vida.
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