Nuestras madres

Dispensad vuestras discrepancias para un bien superior y no déis importancia a esas cosas que no van a parar a ningún lugar.

Servíos de nuestros amores para seguir avanzando en ese caminar, que para vosotras no es nada fácil desde nuestra marcha a estos planos.

Comprended que un día no muy lejano volveremos de nuevo a estar juntos otra vez. Entonces sí que será una gran alegría y verdaderamente entonces sabremos lo que es la verdadera felicidad.

Dejad ya tanta falacia y emprended vuestra búsqueda hacia algo mucho más resplandeciente.

 

Nuestro calor

Tiritad de frío,

ése que sentimos

cuando no nos llega vuestro amor.

Alegraos y sentid nuestro calor,

cuando nos llega vuestro amor.

Acariciad nuestro amor,

cuando de verdad lo deseáis.

No queráis avanzar

sin nuestro amor a vuestro lado.

El que os da calor y buen humor.

 

Sentir

Hay que ver cómo sois. Desde aquí nos damos cuenta de todo lo que hay ahí.

Si de verdad sentís nuestro amor, transmitid ese amor.

 

Elena Aurensanz Ortiz (la madre de Juan)