Amar y respetar.
Cuando los pensamientos van más allá de lo inimaginable, nuestras mentes se ven alteradas. Dejémoslas limpias de pensamientos que no van a darnos ninguna respuesta, dejémoslas tranquilas y limpias, dejémoslas
Comprended que la vida es como una flor, ¡hermosa para vivirla, con todo el resplandor que se merece! Es nuestra y sólo nuestra.
Nuestros seres queridos, que han caminado a nuestro lado, han formado parte de ella pero es nuestra vida, sólo nuestra.
La amaremos y respetaremos así como nos amaremos y respetaremos a nosotros mismos.
Elena Aurensanz (la madre de Juan)
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